Abstract:
La presencia de una inadecuada cantidad de altura ósea en el maxilar posterior atrófico ha supuesto un reto para los clínicos a la hora de realizar su rehabilitación con implantes de longitud estándar. Las técnicas de elevación de seno han sido, hasta recientemente, la principal opción terapéutica para solventar dicho problema.
Estudios actuales evidencian que la técnica de elevación de seno lateral presenta altas tasas de supervivencia de implantes, superiores al 90% tras tres años de carga protésica (1). Sin embargo, es una técnica muy invasiva asociada a morbilidad, por lo que se han desarrollado y mejorado las técnicas de abordaje crestal. Por ejemplo, la técnica de osteotomos (2), la técnica de Cosci (3), la técnica de balón (4) o sistemas de fresas como el SCA (5), las cuales son técnicas menos invasivas que se asocian a tasas de supervivencia de implantes comparables a aquellos colocados en senos elevados con abordaje lateral.
Con el fin de evitar las desventajas de la elevación de seno, hay otras opciones como la utilización de implantes angulados, con una inclinación que evite la penetración del implante en el seno maxilar (6), o la colocación de implantes cigomáticos (7). Si bien,...