La aplicación de la mediación penal comienza con un cambio de mentalidad en la propia
sociedad, altamente judicializada, que considera los Tribunales cómo única vía de solución de conflictos. El derecho penal trata de esclarecer el hecho denunciado y el grado de responsabilidad del
imputado. La mediación parte de una premisa distinta: persigue el reconocimiento voluntario de la
existencia del conflicto por parte de víctima e infractor, y busca un acuerdo de reparación que permita la satisfacción a la víctima y la resocialización del autor. Ante la problemática en materia penal
sobre extranjería, y la tendencia actual a recurrir a la expulsión del territorio, es posible aplicar la
mediación penal, así como mediación para conflictos relacionales en Centros de Internamiento de
Extranjeros. Se plantea que la Justicia Restaurativa y la mediación no constituyen sistemas nuevos de
justicia penal, sino que guardan relación con los sistemas consuetudinarios de justicia.
The use of penal mediation implies a change of mentality in an already highly Court-centred
society that considers Courts se the only way to solve conflicts. Criminal law aims to clarify whether
the alleged facts existed or not, and what is the defendant’s degree of responsibility. Mediation has
a different approach: it pursues the victim and the offender’s own recognition of a conflict, seeking
to achieve a restoration settlement that allows the victim to be satisfied, and the perpetrator to be
reintegrated into society. ith regards to the problem of aliens in terms of the penal law, and the current trend to expel them from the territory, it is possible to use penal mediation and mediation for
relational conflicts in aliens’ detention centres. It is suggested in this paper that restorative justice
and mediation do not constitute new systems of administering criminal justice but that they relate to
customary justice systems.