Abstract:
Ojos que no ven corazón que no siente, dicen que dice el dicho popular. ¿Cuáles los ojos que miran, que penetran, revelan, esta arquitectura? ¿Dónde y desde dónde? La mirada de Aalto, le regard du haut, mira, se desliza, inquiere y quiere, se demora en su observar, y luego muestra lo que ha visto, nos lo cuenta, (se) da cuenta dándonos cuenta, nos lo explica y desdobla y despliega: toma prestado a cuenta un tiempo y un espacio, lo observa, lo recorre, lo conoce hasta en sus más mínimos detalles y finalmente lo restituye en su narración sin descuento pero con sentido.