Abstract:
El modelo clásico de enseñanza universitaria que giraba en torno a la figura del profesor, como el centro del saber y con un papel meramente evaluador, ha evolucionado hacia un nuevo modelo en el que el alumno desempeña una figura estelar. La relación entre profesor y alumno se ha equilibrado, provocando un reajuste en las responsabilidades o tareas de cada una de las partes. El alumno debe ser consciente de su papel activo en su proceso de aprendizaje, mientras el profesor debe actuar como un mediador a través de dicho proceso, motivando y estimulando su participación y reconduciendo las acciones equivocadas.
Para progresar en este sentido, uno de los posibles recursos a aplicar es el denominado “trabajo en equipo” encaminado al logro de un Aprendizaje Cooperativo. Adicionalmente a los resultados o consecuencias académicas que se pueden obtener de la aplicación de esta estrategia, se posibilita el desarrollo de ciertas destrezas o habilidades sociales, como la confianza, la comunicación o la resolución de problemas, que pueden resultar de gran utilidad en otras circunstancias de la vida, tales como la posterior inserción en el mundo laboral.
La experiencia que se ha desarrollado trata de fomen...