Abstract:
La competitividad de un país se apoya fundamentalmente en su esfuerzo de inversión en I+D, en su trabajo para conseguir un capital humano capacitado para adquirir conocimientos, en su empeño por desarrollar tecnologías de cualquiera de las formas existentes y en la existencia de un tejido empresarial que sea capaz de aprovechar las fuentes de conocimiento y la tecnología a su alcance para crear productos y servicios novedosos que, a su vez, tengan aceptación en el mercado global.