Over the last five years or so, we have witnessed increasing forms of violence and unrest across the world. In the media, these depictions of violence are presented as actions of resistance to oppressive regimes and corrupt politics yet are, at the same time, deliberately detached from a global politik which is collapsing in numerous ways: the manifestations evident in market instability, and increasing austerity, unemployment and marginalisation; a sign perhaps that the orgy of globalisation is reaching its climax. Some of this was reflected in what we saw across English cities in 2011. In this paper, I discuss these riots – why they might have happened and the State response – but perhaps more importantly how they should be reconsidered as part of other forms of violence and dissatisfaction against oppressive regimes and corrupt politics as a collective response to a global system on the brink of collapse – in Europe, the Middle East, or Latin America – as a result of its neverending pursuit of rampant profit at the expense of millions of people.
En los últimos cinco años, hemos sido testigos de las formas crecientes
de violencia e inestabilidad en todo el mundo. En los medios de comunicación, las representaciones de la violencia se presentan como acciones de resistencia a los regímenes opresivos y políticos corruptos, pero son, sin embargo, al mismo tiempo, desconectadas de una política global que se derrumba en muchos aspectos: la inestabilidad del mercado, aumento de la austeridad, el desempleo y la marginación; tal vez un señal de que la orgia de la globalización está llegando a su punto
culminante. Todo esto se ha reflejado en varias ciudades inglesas en 2011. En este artículo analizo estas manifestaciones – por qué acorrieran y cuál fue la respuesta del Estado – y sin embargo, también la forma en que deben ser considerados como parte de otras formas de violencia y el descontento contra los regímenes políticos opresivos y la política corrupta, como una respuesta colectiva a un sistema global al borde del colapso – en Europa, el Medio Oriente o América Latina – es decir, como resultado de la desenfrenada búsqueda sin fin de lucro a costa de millones de personas